Me decía un amigo, a la hora de valorar la jornada del 29 de Marzo, que si hay un factor habitual y común en todas las huelgas es la guerra de cifras, que si el 70 que si el 20 o el 30, al final, da igual, todo son números abstractos, y como tal había que tratarlos, el problema viene cuando la abstracción se transforma en números reales, al final, decir que un 30% de ciudadanos y ciudadanas han secundado la huelga, es como decir que han participado más de siete millones de trabajadores y trabajadoras, siete millones a los que habría que añadir, el correspondiente número de trabajadores y trabajadoras que realizaban los servicios mínimos, quizás fueran cinco o seis millones, y aquellos otros sobre los que han pesado las amenazas de represaría patronal, en fin....., saber contar y saber interpretar son cosas distintas y como en todo, las huelgas y las manifestaciones, admiten todo tipo de interpretaciones y cada uno la cuenta según sus intereses, nosotros, al tratarse de un blog policial, daremos nuestra visión particular.
Valoración sindical de la actuación policial.
Para nosotros, lo cierto es que el día 29 de marzo de 2012 no fue un día normal, España, según podemos leer en la prensa internacional (para algunos más objetiva que la nuestra), se había transformado en un estado policial, las ciudades y pueblos se encontraban prácticamente “tomadas” por la policía para según algunos “proteger el derecho al trabajo” para otros “impedir el libre ejercicio constitucional de hacer huelga”, lo cierto es que el despliegue fue, según mi criterio desproporcionado y muy preocupante porque muestra de manera clara, cual es el pensamiento y las nuevas formulas de actuación que dimanan de los gestores del Ministerio del Interior.
Menos mal que la ciudadanía ha dado un lección de civismo y los agentes de la policía, de todas las policías, que también somos trabajadores y trabajadoras, hemos demostrado estar a la altura, todos unos y otros hemos desempeñado nuestro papel, lo que me preocupa es saber si alguien va a querer, porque poder se puede, reflexionar sobre el camino de la confrontación que ha elegido el Gobierno.
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