Aquí estamos de nuevo, después de habernos lamido las heridas que nos
dejaron los recortes previos al verano. Me decía un amigo, “la normalidad
productiva hace que volvamos a la cotidianidad”. Termina el descanso veraniego,
que no las vacaciones, y llega el momento de que volvamos a la normalidad
productiva.
Pero cuesta trabajo comenzar, es como el corredor de fondo que tiene
que calentar primero sus músculos para poder afrontar con garantías la carrera.
Pasado:
Nuestro recuerdo más sentido a nuestra compañera Carmen, agente de la
Policía Municipal de Madrid, que con 62 años fallecía en un tiroteo. Con su
muerte, que exigimos sea la última, se acentúa el debate abierto entre las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sobre a qué edad deben retirarse los agentes de
las policías locales de los puestos más peligrosos, más aún cuando el Cuerpo
Nacional de Policía, la Guardia Civil, la Ertzaintza y los Bomberos, ya tienen
recogido el derecho de anticipar su edad de jubilación.
Negarnos el derecho con argumentos económicamente absurdos,
parafraseando a Quevedo es una necedad: “Pues amarga la verdad/quiero echarla
de la boca./Y si el alma su hiel toca/esconderla es necedad”.
Seguiremos en la lucha ........
Presente:
Maricomplejines, que así lo llamaba el ínclito Jiménez Losantos, por
su carácter limitado, que consistía básicamente en decir una cosa y hacer la
contraria, ha vuelto del verano como se fue, sin reconocer su fracaso y con el
aviso de más recortes debajo del brazo; decía en su primera rueda de prensa,
que todavía quedaban sacrificios que realizar, volviendo a Jiménez Losantos, lo
que quería decir es que todavía tenía margen para seguir desplumando y
empobreciendo a la ciudadanía, parafraseando al cantor, nuestro presidente cree
que “sigue siendo el Rey” y las empleadas y empleados públicos con los que se
va a cebar, somos sus vasallos y le importamos, como dice el Gran Wyoming, un carajo.
Futuro:
Vemos con preocupación el futuro, y no es por caer en el tópico,
cuando se prevé “un otoño
caliente”, mucho trabajo por delante tendremos los policías porque,
lamentablemente, como siempre hizo la derecha conservadora, envía a sus fuerzas
de choque contra los que reclaman por sus maltratados derechos. Cuanta razón
tenía el filosofo anarquista Max Stirner, cuando en su libro El Único y su Propiedad, nos dejo una
reflexión ampliamente aplicable al periodo convulso que nos espera: “Cuando el
individuo utiliza la fuerza, se le llama violencia, y cuando el Estado utiliza
esa fuerza, se le llama Estado de Derecho”.
Al cúmulo de manifestaciones que tendremos que garantizar, como
policías, tendremos que unir las que tendremos que realizar junto con el SUP,
la AUGC y el resto de sindicatos policiales que han convocado movilizaciones en
defensa de sus derechos como trabajadores y trabajadoras, maltratadas por un
Gobierno que insiste en aplicar políticas fracasadas.
Compañeros, compañeras, no debemos dejarnos engañar por los
demagógicos discursos del gobierno, que solo conllevan medidas y sacrificios inútiles,
si no hacemos algo este barco que es el estado del bienestar se irá a pique, es
como si el Capitán del Titanic hubiera mandado achicar el agua con cubos porque
era incapaz de tapar las verdaderas vías de agua que le hundieron el barco.
Las razones son
poderosas, el día 15 de septiembre, los compañeros y compañeras de los Cuerpos
de Policía estaremos con el resto de los trabajadores y trabajadoras en LA
CALLE
para decirle
NO a los recortes de Rajoy y del PP,
pues QUIEREN
ARRUINAR EL PAÍS.
SOMOS MÁS, HAY QUE
IMPEDIRLO.
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