La
Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha celebrado en Toledo su VI
Congreso nacional, un proceso de renovación en el que participan los
representantes de la Juntas Directivas Provinciales y también aquellos
afiliados que quieren festejar el éxito de la democracia de la Organización
policial española con mayor representación.
Como
un buen síntoma de normalidad democrática, los representantes de la Asociación
más numerosa de la Guardia Civil, han debatido y han elegido a sus
representantes para continuar la labor iniciada y convertirse en referentes de
la defensa de los intereses de los componentes del Cuerpo.
El
Acto inaugural fue presidido por el Director General de la Guardia Civil, D.
Arsenio Fernández de Mesa, acompañado por
representantes de todos los partidos políticos del ámbito nacional,
sindicatos policiales y de clase y organizaciones no gubernamentales como la
Asociación Pro Derechos Humanos de España.
En
su intervención, el Sr. Fernández de Mesa, defendió con menos intensidad que en
otras ocasiones, ante un público mayoritariamente proclive a desmilitarizar el
Instituto Armado, la naturaleza militar del cuerpo: "entre todos vamos a
mejorar la Guardia Civil dentro de la legalidad. Todos sabíais dónde entrabais,
nadie os ha engañado".
En
esta línea, tuvo un cálido recuerdo para el sargento Morata, fundador y
propulsor de AUGC y que fuese expulsado del cuerpo por sus reivindicaciones:
"Ha conseguido que aquello por lo que luchó sea una realidad, no como
sindicato, si no como asociaciones profesionales. Un papel vital que le costó
su propia carrera".
Fernández
de Mesa anunció asimismo que "se están haciendo las gestiones" para
que la Ley de Personal llegue en fechas próximas al Congreso de los Diputados y
avanzó que pasará lo mismo con el Observatorio de la Mujer, que será aprobado
por decreto.
Otro de los momentos cumbres del acto fue el momento de la entrega de sus
premios nacionales, que este año han recaído en Automovilistas Europeos
Asociados (AEA), al Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, la Asociación Jueces
para la Democracia y a la Federación de Asociaciones de la Prensa de España
(FAPE).
Este ha sido el Congreso de la continuidad, con una Organización que en estos
cuatro años ha crecido y madurado en la adversidad. Y que por primera vez
reeligirá a su actual junta directiva nacional, que además contara con dos
nuevas incorporación la de Juan Liébana hasta ahora Secretario Provincial de
Valencia y Eugenio Nemiña, actual Secretario Provincial de A Coruña.
Una Junta que como afirma su programa electoral es consciente “de que el
escenario al que nos enfrentamos en los próximos cuatro años no va a ser nada
fácil. Al enorme esfuerzo, trabas y dificultades que, desde siempre, supone
conseguir cada avance en nuestras condiciones profesionales, sociales y de
derechos, se une la profunda crisis que atraviesa nuestro país, lo que
complicará aún más las cosas”.
Atrás quedan logros como la modificación y reducción de las horas de prestación
de servicio y la nueva regulación de las vacaciones, licencias y permisos, lo
que ha significado que, por primera vez en la historia de la guardia civil,
hayan contado con la capacidad de promover y conseguir mejoras laborales,
combinando la presión y la negociación, y, todo ello, desde dentro de la
Institución.
Para este nuevo período aún queda mucho por hacer, porque, “a pesar de los más
de tres años de andadura del Consejo siguen sin quedar definitivamente
resueltas cuestiones tan básicas como una jornada laboral donde se acabe con la
discriminación que sufrimos con el resto de cuerpos policiales, el
reconocimiento de los derechos de nuestros representantes y afrontar, de una
vez por todas, una nueva Ley de Personal acorde con el siglo en que vivimos y
con las funciones policiales de la Guardia Civil”.
La madurez alcanzada los últimos años ha contribuido a la adaptación de la
Organización a las distintas situaciones que se ha ido encontrando en el
camino. La fuerte cohesión interna a nivel provincial, federal y nacional les
ha preparado para superar con éxito los nuevos retos que esperan a la mayor
organización líder de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
En
estos cuatro años AUGC, afronta el futuro partiendo de una meta que nunca
deberá perder de vista. Las aspiraciones de la organización no es sólo ser un
auténtico grupo de presión y el motor del cambio que influya en la
modernización de la Guardia Civil, “sino que nuestra propia capacidad exige el
planteamiento de propuestas encaminadas a cuestionar y replantear el actual
modelo policial”. En este sentido, en su programa propone como primer paso la
exigencia de la reforma de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,
claramente desfasada y superada por las actuales circunstancias.
“Esta
premisa moverá todas nuestras actuaciones, es decir, la búsqueda de la
definición del marco normativo y profesional del Cuerpo” y deberá poner las
bases donde se asiente la Guardia Civil del futuro. Porque como ha señalado
recientemente el Tribunal Supremo, “se trata de una responsabilidad compartida,
en la que AUGC tiene mucho que decir en todo lo que se refiera a la mejora de
las condiciones profesionales de los guardias civiles y en la mejora del
funcionamiento de la Institución”.
Prioridad también será la consecución de una Ley de Personal que contemple
entre otras muchas cuestiones, una formación y una carrera y promoción
profesional, justa e integradora; la implantación de un Catálogo de Puestos de
Trabajo como herramienta de gestión de los recursos humanos; unas retribuciones
justas y la asistencia jurídica gratuita en las actuaciones de servicio; entre
otras cuestiones de vital importancia.
Pero además los próximos cuatro años también será prioritario: la jornada
laboral y régimen de turnos, y el desarrollo del asociacionismo profesional,
en todas sus facetas (derechos de las asociaciones, de los sus representantes y
de los vocales del Consejo de la Guardia Civil). También habrá que hacer frente
a aquellas cuestiones de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes que aún no se
han desarrollado: adaptación del régimen electoral general a las circunstancias
del servicio de los guardias civiles, valoración de la aptitud psicofísica de
los agentes, conciliación real de la vida familiar y laboral; igualdad y
compensaciones por jornada de trabajo y por tanto, regulación de complementos
como turnicidad y productividad; Prevención de Riesgos Laborales; y la
participación de las asociaciones en todos aquellos órganos colegiados y
sociales beneficiosos para los guardias civiles, tales como la Asociación
Pro-Huérfanos, cuya gestión AUGC considera escandalosa y fuera de la ley.
Además la AUGC seguirá exigiendo el reingreso del compañero José Morata, quien
debería haber sido readmitido en el Cuerpo tras la aprobación, en septiembre de
2009, de una Proposición no de Ley aprobada por unanimidad en el Congreso.
Proposición que instaba a la readmisión de los compañeros expulsados del cuerpo
por su actividad sindical.
En el horizonte tendrá también el reto de revalidad su representación en el
Consejo ya que, en apenas unos meses, habrá que hacer frente a la
campaña para la renovación de vocales y AUGC deberá ratificar el éxito
electoral de las anteriores elecciones. Un éxito que se antoja
garantizado si se mantiene la cohesión interna y la unidad de todos los
miembros de AUGC.
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