El obispo ordena diácono al jefe de la policía de Olot. El prelado de
Girona, monseñor Francesc Pardo, ha otorgado el título religioso a Ignasi López.
A partir de este domingo, el jefe
de la policía local de Olot, Ignasi López Clevillé, compaginará sus tareas de
profesión al cuerpo de policía con una nueva vertiente religiosa. Más de 300
personas, entre amigos y familiares, se han acercado hasta la Catedral de
Girona para ver cómo el obispo, Francesc Pardo, otorgaba a López el título
religioso de diácono permanente.
"Estoy muy contento, he
estudiado mucho y me he preparado para este día", destacó. A
partir de ahora podrá bautizar, presidir bodas y entierros, dirigir actividades
de la catequesis y realizar parte de la consagración. Hasta ahora López
ya había realizado celebraciones religiosas en la Cellera de Ter y Osor, entre
otras poblaciones.
El diácono es una persona que
puede estar casada y que recibe el primer sacramento de la orden sacerdotal por
imposición del obispo. No son sacerdotes y su función es ayudar a los obispos y
colaborar con el presbiterio diocesano. Sirven el altar, proclaman el
evangelio, pueden administrar los sacramentos del bautismo y el matrimonio, así
como repartir la santa eucaristía, presidir funerales y llevar a cabo el ritual
litúrgico propio de la iglesia católica. Si se da el caso, como el López,
pueden administrar parroquias y otros servicios.
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